Tenerife es uno de los destinos más atractivos de España para la compra de inmuebles, tanto para residentes como para extranjeros que buscan invertir o establecerse en la isla. Sin embargo, el proceso de compra varía dependiendo de si el comprador es residente en España o no. A continuación, analizamos las principales diferencias y aspectos clave a tener en cuenta.
1. Requisitos legales y fiscales
Para residentes
Los residentes en España tienen un proceso de compra más sencillo, ya que cuentan con un NIE (Número de Identificación de Extranjero) y pueden operar con normalidad en el sistema financiero español. Además, pueden acceder a hipotecas con condiciones más favorables y, en algunos casos, a incentivos fiscales.
Para no residentes
Los no residentes también deben obtener un NIE, que es obligatorio para cualquier transacción inmobiliaria en España. Este trámite se puede realizar en España o en el consulado español en el país de origen. Además, deben abrir una cuenta bancaria en España para facilitar los pagos y cumplir con la normativa fiscal.
2. Condiciones de financiación
Para residentes
Los residentes tienen acceso a hipotecas con mejores condiciones, pudiendo financiar hasta el 80% del valor del inmueble con plazos más largos y tasas de interés más competitivas.
Para no residentes
Los bancos suelen ofrecer hipotecas más restrictivas a compradores no residentes, con un límite de financiación del 60-70% y tasas de interés más altas. Además, pueden exigir ingresos demostrables en el país de origen y una mayor cantidad de documentación.
3. Impuestos y gastos asociados
Para residentes
Los residentes que compran un inmueble en Tenerife deben pagar los mismos impuestos que cualquier comprador en España:
ITP (Impuesto de Transmisiones Patrimoniales) para viviendas de segunda mano (entre el 6,5% y el 10%).
IGIC (Impuesto General Indirecto Canario) del 7% y AJD (Actos Jurídicos Documentados) para viviendas nuevas.
Gastos notariales y registrales, además de la gestoría y posibles honorarios de la agencia inmobiliaria.
Para no residentes
Además de los impuestos mencionados, los no residentes deben tener en cuenta:
Impuesto sobre la Renta de No Residentes (IRNR): si la propiedad no se alquila, se paga un porcentaje sobre el valor catastral. Si se alquila, deben tributar sobre los ingresos obtenidos.
Posibles retenciones fiscales al momento de la compra o venta del inmueble.
4. Obligaciones fiscales tras la compra
Para residentes
Deben incluir la propiedad en su declaración de la renta y pagar el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles) anualmente, además de cualquier otra tasa municipal aplicable.
Para no residentes
Deben presentar la declaración del IRNR anualmente si la vivienda no se alquila y pagar el IBI correspondiente. En caso de vender la propiedad, pueden estar sujetos a una retención del 3% sobre el precio de venta como adelanto del impuesto sobre ganancias patrimoniales.
5. Asesoramiento y trámites adicionales
Independientemente de la condición de residente o no residente, se recomienda contar con el apoyo de un abogado especializado en derecho inmobiliario, así como de un gestor financiero que pueda facilitar todos los trámites burocráticos.
Conclusión
El proceso de compra de un inmueble en Tenerife presenta diferencias clave según el estatus del comprador. Mientras que los residentes tienen acceso a mejores condiciones de financiación y un sistema fiscal más simple, los no residentes deben cumplir con requisitos adicionales, como limitaciones en las hipotecas y obligaciones fiscales específicas. Sin embargo, con la asesoría adecuada, comprar una propiedad en Tenerife sigue siendo una excelente opción para quienes buscan invertir en este paraíso del Atlántico.